Por Jeff Olson
Cameron Lawrence estaba en casa lavando la ropa cuando su teléfono sonó el miércoles por la mañana. ¿Puedes estar en Sebring hoy para correr el viernes?
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La voz era de Will Turner, dueño de Turner Motorsports. El legendario piloto, Bill Auberlen, no podía competir según lo planeado debido a la auto cuarentena por posible exposición COVID-19, y Turner quería saber si Lawrence podía tomar su puesto.
Un pequeño problema. Turner pensó que Lawrence estaba en Florida y podía fácilmente manejar a Sebring International Raceway. En cambio, Lawrence estaba en su nueva casa en Austin, Texas. La respuesta fue sí, pero el viaje era el problema.
“Creo que se olvidó de ese detalle, que me mudé a Austin hace un año”, dijo Lawrence. “Definitivamente no recordé… Apenas llegué a tiempo para la primera práctica. Fue muy caótico. Obviamente, mirando hacia atrás valió la pena toda la prisa, estar despierto hasta tarde y despertarme temprano”.
De hecho, valió la pena. Ayudó a Robby Foley a conducir el BMW M4 GT4 No. 95 de Turner Motorsports a la victoria el viernes en el Alan Jay Automotive Network 120, el final de temporada 2020 del IMSA Michelin Pilot Challenge en Sebring International Raceway.
“Me encantan las carreras, amo a este equipo y me encanta esta serie”, dijo Lawrence. “Cuando recibes una llamada de Will y los muchachos de Turner, tienes que hacer lo que sea para lo que tienes que hacer para llegar aquí.”
Mientras Lawrence y Foley estaban haciendo equipo para ganar la carrera, Nate Stacy y Kyle Marcelli se unieron en el Aston Martin Vantage GT4 No. 60 de KohR Motorsports para terminar terceros en la carrera y reclamar los campeonatos de pilotos y equipos en la clase Grand Sport (GS) del Michelin Pilot Challenge.
La consistencia fue la clave de los campeonatos. El Aston Martin No. 60 nunca terminó peor que séptimo durante la temporada de 10 carreras.
“Podemos mirar hacia atrás en la temporada y decir: ‘Sí, dejamos un poco sobre la mesa aquí y un poco sobre la mesa allá’, pero creo que todos en el paddock te dirían lo mismo”, dijo Marcelli. “Cuando teníamos un coche fuerte, pudimos aprovecharlo. No cometimos errores significantes. Eso es realmente fue los que nos ayudó.”
Un intenso duelo entre sus compañeros Mark Wilkins y Gabby Chaves terminó con Wilkins y Harry Gottsacker ganando la carrera y Chaves y Ryan Norman reclamando el campeonato en la clase Touring Car (TCR).
Chaves, conduciendo el Hyundai Veloster N TCR No. 33 de Bryan Herta Autosport con Curb Agajanian, persiguió al Hyundai No. 21 de Wilkins en estrecha colaboración durante las últimas vueltas de la carrera de dos horas, pero se conformó con el segundo lugar y el campeonato.
“La regla dentro del equipo es que los Hyundai compiten con Hyundais, pero los Hyundais no golpean a otros Hyundai”, dijo Norman. “Jugamos inteligentemente el uno con el otro y nos respetamos mucho. Realmente, al final del día, damos todo lo que tenemos. Nos enfrentamos limpiamente, y el mejor coche y piloto gana”.